
A la vuelta de esa esquina abandonada
Apoyada en los minutos prisioneros
Pasadizo hacia el pasado son sus canas
Con Dios, señora, buena mañana…
Sentado en su poyete me sonríe
Saludo de un felino hiperactivo
Maullando amaneceres que alimentan
Siguiendo el aleteo que sabe a menta
Del verde de sus alas al azul
De un cielo que me habla con sus nubes
La lengua caprichosa de sus formas
Palabras de una espuma pasajera
De vuelta a la señora y a su esquina
Recorro de este pueblo sus callejas
Y un punto que era nada ya es anciano
De débil movimiento son sus manos